lunes, 25 de abril de 2011

La crónica infame de una semana santa para olvidar.

Pues sí, una semana santa propia de las peores pesadillas de un cofrade. Tan sólo se desarrolló con normalidad la jornada del Domingo de Ramos que salieron sin incidentes las 8 procesiones previstas.

En total se quedaron sin salir 17 cofradías de las 39 que componen la nómina de la agrupación pero sólo 15 pudieron efectuar su recorrido previsto, es decir un 38'5 %. Las otras 7 que salieron o se volvieron (Nueva Esperanza) o efectuaron solamente actos estacionales (Pasión, Salesianos, Rico) o acortaron recorrido por temor a la lluvia (Crucifixión, Estudiantes, Mena). Las cifras son desoladoras y no se recuerda una semana santa tan aciaga como esta.

El día más perjudicado fue el Jueves Santo cuando solamente la Congregación de Mena efectuó su desfile procesional acortando recorrido y llevando un paso más ligero del habitual en un alarde de valentía tras caer sobre la ciudad una tromba de agua considerable en torno a las 6 de la tarde que dio paso a un cielo parcialmente despejado, un pequeño chubasco sin importancia le sorprendía sobre las 11 de la noche, ya de madrugada, una vez encerrada, la lluvia comenzó a arreciar.

El Miércoles Santo tampoco corrió buena suerte, sólo salieron dos hermandades, Salesianos para hacer estación de penitencia en la Catedral discurriendo por el camino más corto y el Rico para liberar al preso en la plaza del Obispo volviendo tras ello directamente a su casa hermandad, ninguna sufrió la lluvia pues las primeras gotas empezaron a caer sobre las 11 de la noche arreciando a partir de la medianoche.

El Rico y la Paloma no pudieron cruzarse

El Lunes Santo fue el día de más confusión con chubascos intermitentes provocando que tres hermandades padeciesen un chaparrón considerable a partir de las 18:45 horas. En esos momentos Crucifixión, que había salido con lluvia leve, se dirigía al recorrido oficial tras refugiarse en la Catedral tomando la decisión de no pasar por la Alameda entrando a Larios directamente por Sancha de Lara, la Virgen se encontraba en Molina Lario. Pasión se dirigía a la Catedral pillando a la Virgen por Duque de la Victoria, la hermandad decidió hacer su estación de penitencia y volver a su cercano templo. Gitanos se encontraba por Carretería y echó mano de plásticos para cubrir al Cristo y el manto de la O decidiendo proseguir con su recorrido establecido. Todo este desconcierto provocó que dos hermandades optasen por no salir (Dolores del Puente y Cautivo) y otra, Estudiantes, decidiera salir acortando su recorrido dirigiéndose directamente al recorrido oficial por Cortina del Muelle-Postigo de los Abades y volviendo a su casa hermandad sin realizar el tradicional acto en la plaza del Obispo, un leve chubasco le sorprendía en los últimos metros cuando la Virgen se encontraba en la plaza del Carbón.

El Martes Santo la lluvia hizo acto de presencia a partir de las 17:30 horas cuando Nueva Esperanza se encontraba por Martínez Maldonado y el Rocío por el Pasillo Santa Isabel, unos minutos después, justo cuando la Novia de Málaga entraba en la tribuna de los pobres, se hizo más patente cayendo agua durante más de media hora de forma ininterrumpida aunque de forma débil. Esto provocó decisiones antagónicas, mientras la hermandad de Nueva Málaga decidía volverse tras llegar a la ermita de Zamarrilla, la hermandad victoriana decidió proseguir con su recorrido previsto aguantando estoicamente el chaparrón. En esos momentos las Penas se ponía en la calle saliendo el Cristo de la Agonía pero al ver la situación decidió volverse anulando más tarde su salida procesional no llegando a salir la Virgen. Posteriormente el cielo se despejó completamente permitiendo la salida sin incidencias de las otras tres hermandades: Estrella, Rescate y Sentencia.

Contraste del Martes Santo

Las primeras hermandades del Viernes Santo decidieron no salir por las predicciones que daban riesgo hasta las 8 de la tarde, así Dolores de San Juan, Descendimiento, Monte Calvario y Amor se quedaron dentro pero Traslado, Piedad, Sepulcro y la Orden de Servitas realizaron sus salidas sin incidencia alguna pudiendo clausurar la Semana Santa con cierta normalidad contribuyendo al alivio del amargor cofrade.

Por último la procesión del Resucitado se anuló por las predicciones agoreras que para nada se cumplieron.

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