La Divina Pastora quiso que el cielo se abriera para pasearse por las calles de su barrio. La tarde, que comenzó con un cielo encapotado y varios chubascos, se despejó poco antes de la hora prevista para la procesión y se mantuvo apacible hasta la llegada de la Virgen a las puertas de su templo, cuando comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia de una noche nuevamente desapacible.
Momentos del Mater Dei - La noche.
Hace 11 años
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